Plasma frío
una tecnología revolucionaria para el mundo de la medicina
Se denomina plasma al cuarto estado de la materia (precedido de los estados sólido, líquido y gaseoso). Este estado se alcanza cuando se le entrega suficiente energía a un gas y una parte significativa de su moléculas se ionizan. Son ejemplos de plasma el Sol, los rayos o las auroras boreales.
En general, los plasmas suelen estar muy calientes, llegando a alcanzar temperaturas superiores a los 2.000 grados.
Los plasmas fríos son la excepción. Además, los plasmas tienen una característica común: la emisión luminosa. Esta capacidad de emitir luz los ha hecho protagonistas de muchas aplicaciones industriales como las luces de neón o las pantallas de plasma.
En los últimos años, se ha desarrollado un creciente interés en la generación de plasmas fríos a nivel mundial, entendiendo como fríos aquellos que, por estar fuera del equilibrio termodinámico, no transfieren calor y por lo tanto son compatibles con los tejidos vivos y con materiales con bajo punto de fusión como los polímeros.
En las últimas dos décadas estos plasmas han generado gran expectación por el revolucionario avance que suponen en diversas áreas científicas y tecnológicas. Las investigaciones basadas en plasma atmosférico frío están presenciando un crecimiento sin precedentes debido a la aparición de un número cada vez mayor de aplicaciones en varios campos industriales de última generación. El esfuerzo a nivel global se ve reflejado en múltiples publicaciones científicas.
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